miércoles, 9 de febrero de 2011

metáfora y síntoma

Uno de los primeros elementos que llamó la atención de Freud fueron los equívocos del lenguaje, allí donde una palabra debía estar emergía otra que la sustituía. Rápidamente el Yo que capta el equívoco intenta la corrección, en ocasiones el equívoco es velozmente restituido, en otras se pierde el nombre que originalmente quería traerse a conciencia. En este último caso el afectado se cuestiona sobre el olvido original y a su intento de recordar llegan una serie de palabras sustitutivas pero nunca la original.

Si el olvidadizo tomara conciencia de los sustitutos encontraría una relación entre ellos y la palabra original: Fragmentos de  fonemas usualmente se conservan de un sustituto a otro.

Una palabra es sustituida por otra, ni siquiera se trata de una idea que se sustituye por otra ya que el significado se logra mantener. Es aquello que la representa (los significantes) los que se intercambian.

En la metáfora hay una sustitución que no es exactamente del orden de los significantes, en las metáforas se buscan sentidos análogos. Tomo como ejemplo el poema de Huidobro:
 Que se rompa el andamio de mis huesos, que se derrumben las vigas del cerebro.
La idea de los huesos como una estructura que sostiene da pie a la imagen del andamio. Allí hay una analogía, una metáfora. ¿Pero es de esto de lo que trata la operación sustitutiva en psicoanálisis?

En Freud la sustitución opera de manera diferente. Cuando Freud olvida el nombre de Signorelli, viene a su mente el nombre de Boticelli. Si observamos, el sufijo se mantiene de una palabra a otra. Eso que Freud asigna a los lapsus, también se observa en el síntoma. En la histeria, la mujer que convulsiona, reproduce en el acto motor la convulsión del cuerpo en el acto amoroso. El mismo acto convulsivo, como la raiz de la palabra del olvido, se mantiene de un lado al otro.

Laplanche y Pontalis dicen lo siguiente:


En Psicopatología de la vida cotidiana y en El chiste y su relación con lo inconsciente se 
pone de manifiesto el papel esencial de la condensación. En la primera de estas dos obras, Freud, interpretando un lapsus (una dama dice que para que un hombre agrade basta con 
que "tenga sus cinco miembros derechos"), muestra que la condensación se ha realizado 
fusionando las ideas concernientes a la existencia de cuatro miembros y cinco sentidos. 
Subraya también que ese lapsus, por su carácter gracioso, es asimilable a un chiste,acercamiento que le parece generalizable, mucho más allá de ese ejemplo.
En El chiste y su relación con lo inconsciente, la condensación aparece como una de las 
técnicas responsables de la producción del chiste, pero en ciertos casos adopta una nueva modalidad: la acompaña la formación de un sustituto, es decir, de una nueva palabra. 
El ejemplo más célebre es la condensación realizada entre las palabras familier y millonnaire en el neologismo famillionnaire. Jacques Lacan, en su seminario de 1958, Las formaciones del inconsciente, interpreta este chiste en el marco de su teoría del significante. En ella la 
condensación se identifica con la metáfora, que interviene donde el sentido se desprende 
del sin-sentido: del sin-sentido del término famillonnaire surge un sentido, el de tener 
familiaridad con un millonario.

1 comentario:

  1. Aprecio el conocimiento sobre la teoria psicoanalitica que me han venido aportando todos los articulos de pink freud, pero me gustaria algo mas vivido, mas sentido, como es el propio psicoanalisis, como es la experiencia psicoanalitica, distinta a las otras psicoterapias; el psicoanalisis es "vivido, sentido", y quisiera "sentir" cuando leo.

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