Inconsciente comenta que prefiere que las palabras del blog lleguen mas alma y al sentir del lector y de alguna manera pregunta ¿Qué siente el psicoanalista?....
Fragilante habla de la diferencia entre ser psicólogo y psicoanalista, el primero pregunta, el segundo aprende a escuchar...
Desde ese punto de vista, debería dejar la hoja en blanco para que varios comentarios pudieran ir llenando el silencio, de voces que funcionaran como ecos...Fragilante, no solo es aprende a escuchar, digo yo, sino permitir que las voces de los otros (de esos que asumen el rol de pacientes) hagan resonancias en la piel de tambor de nuestras emociones....
Si algo me ha impactado de estar tras el diván es sentir como cada relato hace resonar una historia anudada en mis entrañas, historias que ya no se si son vividas por mi, o si de tanto escucharlas han formado una huella en mi ser...Como las historias de la infancia, en ocasiones no se si las viví y tengo un recuerdo real de ellas o si de tanto escucharla a mis padres asumí ciertos relatos como experiencias reales.
Tras el diván oigo voces que se me cuelan por los poros de la piel y no solo por los canales auditivos, y en medio de una sesión mientras esas voces van tocando viejos recuerdos de mi memoria, de pronto encuentro que lo que un paciente me esta diciendo coincide con un recuerdo que sus palabras han ido tejiendo....magia?
Esa coincidencia, querida Fragilante, me hace sentir palpitante, diría que la labor del psicoanalista no es solo la escucha del silencio sino que mi ser es un resonar de emociones, donde los dedos percutores son las palabras y la voz del paciente.
querido pink freud... absolutamente en resonancia con tus anotaciones acerca de la experiencia emocional detrás del diván...
ResponderEliminaren ese sentido los psicoanalistas debemos permitirnos regresar...incluso a veces volver a ser tan receptivos y vulnerables como el bebé es vulnerable a su entorno... volver a ser capaces de mil emociones y gestos en un mismo instante ... de hecho, casi que al mismo tiempo... quizá también por esa razón es que pasamos un rato observando bebés durante nuestra formación, ¿no crees?
Pink Freud.....realmente cuidas a tus seguidores como el psicoanalista cuida a sus pascientes. Hablar desde el sentir es estar mas cerca del vivir. Los libros son, estan, los amo, pero no tanto como amo el vivir, el ser escuchada, sentida. Siguiendo a fragilante como la madre que siente los llantos, gestos, piel, vibraciones de su bebe. Asi pareces ser pinf Freud, sientes las vibraciones de tus seguidores como el buen psicoanalista que vibra con sus pascientes. El divan me ha permitido ese vibrar, por eso comparto tu escrito "tras el divan". He vivido tras el divan y en el divan, lo aprecio y cuido tanto como tu, como la madre que arruya y cuida a su bebe, como el hombre que ama y cuida a su amor, como el ser que se cuida a si mismo.
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