viernes, 4 de febrero de 2011

Asociación Libre

El invento de la técnica psicoanalítica estuvo asociado a un estilo de hablar que trataba de simular la forma en como Freud imaginó que funcionaba el inconsciente. Una palabra fluyente, que evitara las trabas del pensamiento como la duda, la verguenza, el "que dirá el otro de lo que estoy pensando", el "esto que voy a decir es una pendejada".


Una palabra que en la medida en que se va encadenando a otras, no solo forma frases, enunciados, sino que va construyendo sentidos. Sentidos que así como emergen y se anudan, se van volviendo evanescentes.


El hablante psicoanalítico, parla...el oyente psicoanalítico teje asociaciones mientras escucha....


Lo curioso es que el ejercicio de liberar la palabra de sus ata-duras  encuentra mas resistencias de lo pensando (algo contradictorio, sobre todo en esta forma de vivir que ha convertido a la libertad en lema de existencia). Las resistencias de la razón frenan el libre ejercicio del que parla...el hablante detiene su decir...suspende la enunciación...el inconsciente hace presencia a través de un bache, de un silencio...


La palabra que calla es la forma en como el inconsciente existe en la superficie del psiquismo, ese es su efecto.


Un hablante en psicoanálisis no dice su palabra frente a otro rostro, su palabra no es mirada, solo escuchada. Por eso el abordaje terapeútico psicoanalítico dispone un interlocutor diferente. Un hablante que parla acostado, posición de acceso a la intimidad. Un oyente escucha sin ser visto,   dedicado a oir tanto el ruido de las palabras como su vacío...el psicoanalista.


Si el paciente psicoanalítico parla libremente, el psicoanalista flota entre sus palabras y arma con ellas imágenes evanescentes como quien arma figuras con el fluir de las nubes.


Todo lo anterior regido por  ese mecanismo que es la base del funcionamiento del inconsciente...el des-plazamiento...la plaza era el centro de referencia de una ciudad...el desplazado pierde su centro...divaga...no tiene retorno...


Dejo un fragmento del diccionario de psicoanálisis definiendo que es esto del desplazamiento:







Alemán: Verschiebung. Francés: Déplacement. Inglés: Displacement. Proceso psíquico inconsciente, teorizado por Sigmund Freud principalmente en el marco del análisis del sueño. El desplazamiento, por medio de un deslizamiento asociativo, transforma los elementos primordiales de un contenido latente en detalles secundarios de un contenido manifiesto. Freud comenzó a utilizar el término desplazamiento en 1894, en un artículo dedicado a las neuropsicosis de defensa, con una acepción que ya no cambiaría. Al final de ese artículo, se trata de "algo", un quantum de energía, "susceptible de aumento, disminución, desplazamiento y descarga, y que se extiende sobre las huellas mnémicas de las representaciones, un poco como una carga eléctrica sobre la superficie de los cuerpos". Más adelante, en el "Proyecto de psicología", la noción de desplazamiento aparece intrínsecamente ligada al proceso primario, constitutivo del sistema inconsciente, que se caracteriza por el libre desplazamiento de una energía de investidura. En la célebre carta a Wilhelm Fliess del 6 de diciembre de 1896, Freud progresa en la concepción de lo que por primera vez denomina el aparato psíquico, al hablar, a propósito de la memoria, de un proceso de estratificación en el cual las "huellas mnémicas son de tiempo en tiempo reordenadas según las nuevas circunstancias". La concepción del proceso del desplazamiento comienza a tomar su forma definitiva en 1899, en la primera versión del artículo "Sobre los recuerdos encubridores". Se trata de encontrar la razón de las selecciones realizadas por la memoria entre los diversos elementos de una experiencia vivida. Hay un enfrentamiento de dos fuerzas psiquicas, una de las cuales trabaja por la memorización de los acontecimientos importantes, y la otra es una resistencia que se opone a ello. El conflicto finaliza con un compromiso: "...en lugar de la imagen mnémica originariamente justificada, aparece otra, parcialmente intercambiada por la primera mediante el desplazamiento en la asociación". Esta función del desplazamiento es confirmada en la nueva versión de este artículo cuando se publica la Psicopatología de la vida cotidiana: el desplazamiento es la operación responsable de la existencia de esos recuerdos de infancia que se refieren a cosas indiferentes o secundarias. Ha consistido en una operación de sustitución de representaciones importantes, cuya memorización chocó con una resistencia, y cuya existencia surgirá por lo tanto del análisis


















4 comentarios:

  1. mientras me dejo llevar en mi universo, alcanzo a preguntarme en qué segmento de éste existirá vida..

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  2. gracias a pink freud por esta reflexión acerca del silencio...
    el otro día cuando me preguntaron cuál era la diferencia entre un psicólogo y un psicoanalista respondí: el psicólogo aprende a hacer preguntas, el psicoanalista aprende a escuchar... y sin duda, aprendemos a escuchar los silencios...

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  3. Este silencio que alimenta el instante es la marca magra que nos habita desde un pasado que negamos...quizá debería también aprender a escucharlo

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