lunes, 14 de marzo de 2016

La fenomenología, el psicoanálisis y la intersubjetividad


      Los invitamos a leer esta nueva entrada en nuestro sitio. Este Blog fue escrito por el psicoanalista      Santiago Barrios.

La fenomenología, el psicoanálisis y la intersubjetividad


Noli foras ire, in te redi, in interiore homine habitat veritas
(No vaya al exterior, regrese al interior, la verdad yace dentro del hombre)
San Agustín


En las sedosas páginas de la edición quince de la Enciclopedia Británica publicada en 1974 -lo aclaro para que no vaya a pensar, amable lector, que para redactar este blog me basé en Wikipedia ni en El Rincón del Vago Punto Com- puede leerse que la palabra ‘fenomenología’ apareció en el siglo XVIII, cuando Johann Heinrich Lambert la utilizó para referirse a la sección de la teoría del conocimiento que diferencia entre verdad, ilusión y error. Luego en el siglo XIX se usó para designar la obra de Hegel, donde el filósofo plantea el desarrollo del espíritu desde la percepción a través de los órganos de los sentidos hasta el conocimiento absoluto. Y en el siglo XX empezó a emplearse para el movimiento cuyo objetivo es investigar y describir los fenómenos según se perciben, sin ocuparse de la causalidad, liberándose de preconceptos y suposiciones.

La fenomenología abarca perspectivas variadas. Su punto de partida se sitúa en Edmund Husserl (1859-1938), pensador alemán nacido en Australia. La consideraba un método destinado a trasformar la ciencia y la filosofía, y la elaboró progresivamente a lo largo su carrera como filósofo profesional. En todo caso, se dice que este enfoque no nació, se desarrolló, pues tiene una larga historia, y es una línea heterogénea de pensamiento.

Se trata del método que propone encarar desprevenidamente la experiencia ante el fenómeno, lo más libre que se pueda de prejuicios y del interés de describir con exactitud. El punto es dejarse impresionar. Después puede vislumbrarse la esencia del fenómeno junto con sus relaciones, basándose en el estudio de casos concretos provenientes de la experiencia o la imaginación, rastreando sus variaciones sistemáticas. Más aun, algunos insisten en que es necesario investigar la manera en que el fenómeno se presenta a la consciencia intencional -es decir, la atención dirigida hacia el objeto-. Pero otros investigadores, en cambio, proponen que el método también puede explorar la génesis de la presentación del fenómeno. Y algunos pensadores más buscan formas existenciales, estudiando el significado del fenómeno, por ejemplo de la angustia, utilizando la interpretación hermenéutica. El objeto del estudio fenomenológico es la información absoluta captada mediante intuición pura, inmanente, buscando comprender las estructuras esenciales, o noesis, y las entidades objetivas que les corresponden, o noema. En otras palabras, se infiere el objeto en sí a través de la experiencia que produce la relación con fenómeno en el observador.


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